miércoles, 31 de agosto de 2016

El ahorro es la base del capital

La frase que da título al blog de hoy se la escuche a un cliente de origen español al cuál solía venderle llantas en los inicios de mi vida profesional, aún como estudiante. El ahorro es la base del capital y es una lección que está arraigada en muchos de los empresarios con los que he tenido oportunidad de interactuar.

La cultura del ahorro, sobre todo en estas hermosas tierras regiomontanas, ha dado origen a un estereotipo que le da una fama a los oriundos de estas tierras, algunas veces infundada y otras no tanto. La realidad es que el regio sabe vivir y gastar, pero es cuidadoso en los gastos, especialmente en los negocios.

Recuerdo que en una ocasión un compañero de trabajo me dijo que si quería conocer la fórmula mágica para mejorar los resultados de la unidad de negocio, al responderle afirmativamente me dijo, es muy fácil, sube tus ingresos y baja tus gastos, años de estudio e investigación en los negocios los resumio en ése sencillo axioma, desde entonces lo vengo practicando y es una de las primeras recomendaciones que le hago a los empresarios que asesoro.

Así que amigo lector lo comparto contigo con la misma generosidad con que la hizo mi compañero y te invito a que lo compartas también y el secreto se esparza al grado que deje de serlo de una vez por todas.

Ojalá puedas compartir conmigo por lo menos un par de ¿cómos? para completar el consejo.

Permíteme intentar clarificar algo sobre uno de los principios del axioma: el gasto y lo primero que recomiendo es no confundirlo con INVERSIÓN, algo muy común, especialmente en las PYMES, se confunde una delgada línea que los diferencia.

Una inversión debe dar un retorno, es decir generar un ingreso o un beneficio, el gasto no se recupera, pongamos por ejemplo una inversión en CAPACITACIÓN, invertimos en dar conocimiento a nuestros colaboradores y esperamos que ése conocimiento se capitalice en mejoras al negocio, atención al cliente, rapidez en los procesos, menores desperdicios, etc., pero si no logramos que el colaborador se quede a laborar con nosotros y aplicar ésos conocimientos, al irse de la empresa, se convierte en un gasto.

Pongo otro ejemplo, tenemos una estructura diseñada para operar y administrar el negocio, es una inversión en la medida que esta estructura cumple su función con eficiencia y eficacia, permite operar sin contratiempos, administrar los recursos sin desperdicios y responder a los clientes de acuerdo a la propuesta de valor planteada por la empresa. Pero, cuando tenemos la estructura y no están claros los procedimientos, los procesos no están correctamente definidos, la responsabilidad no está delimitada, se duplican funciones o se dejan actividades sin hacer, afectando clientes y a la organización, definitivamente es un gasto que debe revisarse.

Como verán con estos dos ejemplos, en un proceso de mejora podemos confundirnos y en nuestro afán de reducir o ajustar lo que consideramos un gasto corremos el riesgo de cortar una inversión que puede dar un rápido retorno y una considerable rentabilidad y por el contrario, creyendo que estamos invirtiéndo en mejoras sustanciales al negocio, en realidad estamos tirando el dinero por la ventana.

Un correcto análisis, con profundidad, lo más integral posible reduce el riesgo de cometer estos errores en perjuicio del negocio, pero es solamente una parte del camino recorrido, hay que hacer el trayecto de regreso en un proceso de síntesis que permita convertir los datos en información, la información en acción y las acciones en resultados.

De nada sirve el análisis sin acción, como tampoco sirve una acción correcta sobre un diagnóstico equivocado. La observación y la comunicación requieren de un elemento integrador que da la experiencia, la suma de experiencia en el equipo que participa en el proyecto de mejora, en combinación con la visión externa del consultor puede incrementar la probabilidad de éxito de los proyectos.

La mayoría de las veces, los ahorros logrados con las mejoras, terminan pagando la inversión en el equipo consultor y dando rendimientos exponenciales.

Y sí, efectivamente...,"el ahorro es la base del capital".

Por el momento dejo una frase para la reflexión:

"Peso ahorrado es peso ganado"
Refrán Popular
 


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